“El diseño web ha muerto”, uno busca esta frase en Google y aparecen páginas y páginas de artículos sobre este tema. Que si los CMS’s , que si los templates… lo más son las plataformas que hacen diseños inteligentes de forma automática y, por lo que he podido ver, muy chulos.
Y es que nos gusta mucho eso de matar, desde que me dedico a esto no hay año que no muera alguien: el gif ha muerto, el flash ha muerto, el diseño web ha muerto… Chanquete ha muerto (esto es un chiste que solo reirán los de mi quinta). Y tienen razón pero es que hay que ser muy necio para pensar que trabajamos en un ecosistema estable en el que podemos especializarnos en una técnica o formato y vivir de ello el resto de nuestras vidas. Quién puede pretender que algo relacionado con la tecnología sea inmutable, cuando toda tecnología con más de un año está anticuada.
Yo me imagino a los que hacían las pinturas de las cuevas de Altamira diciendo “¡jo tio!, el diseño de cuevas ha muerto” al ver a sus compañeros construyendo las primeras cabañas, y miles de años después a los egipcios, al ver los mausoleos romanos, exclamando “¡jo tio!, el diseño de pirámides ha muerto”. Así hasta nuestros días, con la diferencia de que tenemos la impresión de que antes las cosas duraban más, lo cual es cierto. Hace unos pocos años un cliente me preguntaba “¿y esta web durará un tiempo, verdad? Es que he invertido mucha pasta” y yo le decía “Claro, por lo menos un par de años”, si me preguntan hoy no podría asegurar que no quedará obsoleta en menos de un mes.
¿Y cuál es la conclusión de esta reflexión tan negativa? Pues la misma a la que llegaba mi abuela cuando moría alguien próximo: “no somos nadie”. Y es que eso somos los diseñadores que estamos ligados a la tecnología y diseñamos para ella: “no somos nadie”, recordar estas palabras cuando se os acerque cualquiera y os diga “soy diseñador web”, en ese momento le podrás responder “no eres nadie” y quedarte tan contento.
Y es que hoy por hoy un diseñador para sobrevivir no puede ponerse etiquetas, un diseñador es un mutante que hoy hace webs y mañana apps y que puede que pasado esté pintando robots.
Creo que lo que necesitan nuestros clientes de nosotros no es un buen diseño, es un buen diseñador, alguien que sepa crear un proyecto ajustado a sus necesidades y a su presupuesto. Unos días nos tocará ser personal shopper, eligiendo la plantilla que mejor se adapta a lo que nos piden, otro día seremos “arreglistas” que, partiendo de un template, crean productos que parecen hechos a medida y algunos días tendremos suerte y nos tocará crear y desarrollar una idea para la cabecera de una newsletter, que hará que nos vayamos a la cama pensando que tenemos el mejor trabajo del mundo
Y, queridos clientes, puede que mañana muera el diseño web, o Facebook, las apps, o cualquier cosa que ahora usamos para comunicarnos con los usuarios pero estoy seguro de que aparecerán nuevos medios y formatos y que en ese momento los diseñadores estaremos allí para estar a su lado para hacer su mundo y el nuestro mucho más útil y bello.