Durante el confinamiento por la pandemia, las redes sociales se convirtieron en la gran vía de conexión y “válvula de escape” para no sentirnos aislados: ahí pasaba toda la vida social, el entretenimiento y también mucha información. Esto se reflejó en el crecimiento de plataformas como TikTok, Instagram o Twitter, impulsadas por el uso cotidiano, los directos, la música y la búsqueda de fuentes alternativas. Para las marcas, ese contexto fue una oportunidad enorme, pero exigía actuar con coherencia: no bastaba con “estar por estar”, sino integrar lo que se publicaba dentro de una estrategia clara y sensible al momento.

Las marcas que mejor lo hicieron fueron las que empatizaron, adaptaron su mensaje sin perder su identidad y aportaron valor sin saturar (como campañas que reforzaban un propósito ya trabajado). La pandemia también fortaleció el vínculo emocional usuario-marca: ahora se valora más lo que hay detrás de una empresa (compromiso social o ambiental), se exige mayor calidad de contenido, canales de atención más simples vía redes y una comunicación más humana, poniendo cara y voz a la marca a través de personas reales.

En esta charla, Alberto Salas Head of Content & Social Media en Relevant Group, en la Reunión de Agencias.