El comercio electrónico crece de manera exponencial. Solo en España se alcanzó la cifra de 4.102 millones de euros en el tercer trimestre del 2014, un 25 % más que en el periodo anterior.Crear un negocio online desde cero, es decir, sin el soporte del comercio físico, es una iniciativa por la que se inclinan muchos emprendedores. Escoger el producto adecuado, el público objetivo o la gestión logística, son tres de las cosas a tener en cuenta, antes de lanzar un ecommerce. Cuestiones resueltas en la etapa inicial, cuando se dispone de una tienda física.
Para las empresas que poseen uno o más comercios físicos y se expanden mediante la venta online, cuentan con una base que servirá de retroalimentación entre ambas tiendas:
1.- Logística: Al menos, durante la etapa inicial del ecommerce, el almacenaje y control del stock puede ser el mismo que el empleado hasta el momento. Una vez el aumento de las ventas requiera una ampliación de almacenaje, se podrán valorar otras opciones, pero mientras tanto es un tema resuelto.
2.- Catálogo: La tienda online, además de comercializar productos en internet es, también, un catálogo disponible las 24 h del día que servirá para apoyar las ventas en la tienda física.
3.- Alcance geográfico: El comercio electrónico es una buena opción para ampliar negocio, ya que es un camino directo para llegar a posibles clientes que por su ubicación, jamás pasarían frente a la tienda física.
4.- Disponibilidad actualizada: Otra de las ventajas que también apoyará las ventas en la tienda física, es que los clientes potenciales conocerán en cada momento la disponibilidad del producto que les interesa, pudiendo comprarlo por internet o simplemente acercarse a la tienda, con la seguridad de que encontrarán lo que están buscando. Por lo tanto, un beneficio para el cliente y una venta asegurada.
5.- Publicidad: Un tienda física cuenta con elementos imprescindibles que pueden ser excelentes soportes publicitarios de la tienda online sin suponer una inversión adicional como son las bolsas, el escaparate, los calendarios de navidad, las agendas para los clientes, las etiquetas de los productos o la propia tienda física.
6.- Seguridad: A pesar del gran crecimiento de las compras online, sigue habiendo muchos usuarios que aún no confían en esté canal, por lo que tener una tienda física a la que poder acceder, en caso de alguna posible reclamación, ofrecerá confianza y garantía a los clientes.
7.- Branding: Que una tienda física disponga de tienda online, mejorará su imagen y la percepción de los clientes, además de diferenciarse de su competencia.
A los puntos anteriores hay que sumarle que comparativamente hablando, la creación de un ecommerce es inmensamente más económico que la apertura de un nuevo establecimiento físico, por lo que en términos de rentabilidad no sólo es una buena opción, sino que es el perfecto complemento del comercio tradicional.